Se pasaban la pelota con bastones. El choque de estos producía un estruendo considerable para cuidar no bajar el rostro en cada golpe dado. Al hilar varios pases, el último tiraba a la meta la cual no incluía portero.
A diferencia del hockey sobre pasto, los bastones son de rama de árbol, la bola es de madera bañada de gasolina para que no se apagara el fuego y nadie usa protectores en las espinilleras, ni en los antebrazos. Es la pelota purépecha encendida.
En canchas de básquetbol, en uno de los rincones de nuestra Universidad, se practica una de las actividades ancestrales de nuestra cultura mesoamericana. En parte por diversión y otro por el anhelo de preservar nuestras costumbres, varios jóvenes pumas se dan cita para jugar diversos deportes inexistentes en nuestra urbanidad.
Fue inevitable gritar ggggggoooooooooolllllll, a todo pulmón, cuando vi cómo marcaban un tanto, mientras los demás vociferaban jaaaaaaaazzzzziiiiirrrraaaaqqqqqqq. En náhuatl significa anotación.
Nunca había visto el juego de pelota encendida y sólo puedo describirlo como ASOMBROSO. Siempre que viaja el esférico por los aires silva como un murmuro en el viento. Por momentos la figura del sol y la luna se pueden apreciar en la bola de madera de colorín la cual se juega de un lado para otro sin miedo alguno por parte de los jugadores.
De los diversos deporte que me ha tocado cubrir, no había visto uno con la ideología tan arraigada y con un pasado rico en historia. En la Universidad sólo se practican 15 de los 56 deportes autóctonos registrados. Alguno de ellos son el ulama de cadera, pitarra, pelota tarazca, carrera de la bola, arihueta, tehuacana, entre muchos más.
Mientras estos chicos disfrutan de un buen partido purépecha, disputándose un refresco de por medio, el huehetlatoli ?la antigua palabra en náhuatl- se hace presente en su filosofía de juego.
domingo, julio 03, 2005
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2 comentarios:
Recuerdo que durante la Expo UNAM 450 años, tuve a bien conocer estos deportes gracias a la organización para llevarlos a cabo por la Escuela Nacional Preparatoria. Prepa 5 era uno de los mejores exponentes contribuyendo con varios jóvenes en la práctica de este ejercicio. Concuerdo contigo, Asombroso pero además bello es la presencia de esta actividad, encumbrada en un misticismo más creciente al haberlos visto en nuestra alma mater, CU.
Salu2
Es una alegría que la Universidad se preocupe por preservar estos deportes. Oh! qué buena exposición fue la que presentó la UNAM por sus 450 años. ¿Nos tocará ver la de los 500? Ojalá y sí.
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