El ajeno mundo del Americano

El ovoide fue a mi ubicación. Por un instante dudé si atraparlo o no. En ese momento me di cuenta que cinco jugadores del Poli se aventaron por el balón. Milagrósamente todos pasaron rosándome y ninguno me tocó. No recibí el pase. Tampoco los tacles. No tenía ni un casco. Es más, ni siquiera era un jugador más del partido. Me encontraba reporteando mi primer partido de futbol americano.

No sé cómo llegué al Estadio "Tapatio" Mendez para hacer una nota del partido Universidad Oro contra los Pieles Rojas IPN. Para empezar no soy afecto al americano, del superbowl sólo veo el medio tiempo si es que no me he quedado dormido desde el primer cuarto. Pocas veces llegué a jugar tochito en mi infancia porque nunca atrapaba los balones.

Entre chicos más altos que mi corta estatura, con un físico de varios kilos de músculos y diversos gritos masculinos, me sentía ajeno. Al principio un poco intimidado pero afortunadamente esas sensaciones se quitaron mientras pasó el partido. Me tranquilicé al escuchar las clásicas canciones de la Universidad como el Mabo de la UNAM.

Barrera, una promesa del americano auriazul, destrozó la defensa contraria en cada balón recibido. "Kamala" interceptó un balón y pude reconocerlo cuando se quitó el casco. Es un chico el cual entrevisté en anterior ocasión como boxeador. Practica ambos deportes.

Afortunadamente el chavo de las estadísticas me explicó cada jugada y había un anunciador quien daba los datos puntuales de las acciones de juego. Así pude entender las dos horas de un deporte al cual estoy demasiado desentendido.

Ganaron los Pumas 42-0. La próxima semana toca el turno de cubrir waterpolo. Seguramente el peligro será menor........... aunque, la ignorancia será la misma.

La Universidad será el campeón
y sus colores azul y oro brillarán con explendor je je [...]

Cánticos de los aficionados