miércoles, agosto 31, 2005

La victoria no fue para Kenia

De pequeño solía observar a los corredores de maratón a un lado de la calle donde mi padre me sostenía de la mano para no recoger las esponjas de aguas que se solían dar a los corredores. El pasado domingo regrese una vez dicho evento.

A diferencia de otras veces, ahora fue desde un microbús siguiendo la ruta de las corredoras punteras. Como sucede en toda carrera, todos salen con una energía bárbara para ir rezagándose poco a poco. Lo interesante de la competencia era ver quién era capaz de ganar a las kenianas.

Y sucedió el milagro. Después de liderar por 22 kilómetro continuos, una corredora de nombre Alicia rebasó a la puntera en plena avenida Insurgentes. Nunca más perdió el primer puesto, pero quienes vimos cómo se recuperó de una distancia de hasta casi un kilómetro fue digno de aplaudirse.

Ver un maratón desde un pesero es algo peculiar, pues uno puede apreciar las estrategias de las competidoras. A veces dan tirones de velocidad para dejar atrás a sus contrincantes y unas más, se unen para cerrar el paso.

Al ver el potencial de las originarias del país africano -flaquitas, de tez oscura y zancada larga- recordé las palabras del ministro deportivo de Kenia. Este señor pidió a sus corredoras que no se nacionalizaran en otro país para poder seguir corriendo por su territorio.

Y es que a últimas fechas varias corredoras han decidido aceptar las grandes ofertas de los países árabes, como Emiratos Árabes y otros, los cuales ofrecen grandes cantidades de dinero para repatriar atletas y así conseguir medallas.

La resistencia de los kenianos es nata, pues tiene que correr distancias kilométricas desde pequeños para desplazarse de un lugar a otro. Sus condiciones de vida los hacen tener excelentes elementos físicos para poder competir en distancias de 3 mil, 5 mil, 10 mil y maratón (45 mil metros).

La nota negativa del día la dio un señor quien falleció a 700 metros de la salida. La autopsia reveló que se debió a una asfixia ocasionada por un chicle. Además de la pena de un deceso, fue que los organizadores dieron mal el nombre del fallecido y causaron un susto bastante grande a una familia de Cuatitlán Izcalli.

Seguimos escribiendo :)

1 comentario:

Gade Herrera dijo...

¿La ganadora era mexicana?

Chale, que mal plan eso de los caza talentos... siempre sucede en cualquier lugar.

¿Era biblio gum o trident su chicle, digo, pa no comerlo?