sábado, abril 16, 2005

PAPA RUPAPAA REUU UEEEOOOO

No fue en el metro ni en el barrio, ya no lo recuerdo muy bien pero fue en el fin de mi infancia. Un grupo originario de satélite, cerca de cuatro caminos, dio el color a diversos puntos cardinales de mi locomotora.

A traves de una ingrata es que inicié mi vida en la búsqueda de una metamorfosis de identidad y pasiones. Una primera chiquita me dio una carta donde confesaba una pérfida intención de noche oscura. Esa noche la negrita no comprendió mi postura verde y sólo me dio amor violento.

Cómo olvidar mis recuerdos prestados a lado de mis compas donde bailamos al son de una rarotonga de 24 horas de diversión infinita. Un regalo de flores fue la canción dedicada a mi persona de mis chicas coyoacanenses al dedicarme una zonaja de compañía.

Con una chica banda es que entendíe el significado de un encantamiento inútil conmovedor pero en compañía de un puñal en el corazón. Pinche Juan quien te llevaste a María para crear un horrible olor a gas.

Desde el balcón agradesco las mil y un batallas otorgadas por el Trópico de cancer donde, afortunadamente nunca se me llevó a cometer un suicidio.

"No controles mis labios jaguar porque eres parte de la chilanga banda, pinta extraña de mi amor".

1 comentario:

El Mareo dijo...
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