Alicia es una chica ajena a su realidad. Mientras espera en una estación de tren a su amado, la velocidad de su entorno se aleja de sus sentimientos y la soledad de las masas se hace presente en un aguardo infernal.
Ella de blanco, los ajenos de negro y el gris de los recuerdos no tienen piedad en las andanzas de la memoria. Al final Alicia se da cuenta de que el ser querido se aleja en las vías de su interior. Tal vez para nunca salir más.
Una historia surge en mi cabeza cada que voy a la danza. La anterior es una de tantas. Son espectáculos donde uno puede esperar todo. Las coreografías envuelven el sentir de los presentes y uno no sabe a donde los van a llevar. La incógnita por saber el destino de los movimientos se entrelazan con los pensamientos de sí mismo.
Para cambiar de aires decidí acreditarme como reportero para un portal de danza. Mi orden de trabajo fue asistir al Centro Cultural de la UNAM y cubrir eventos de danza contemporánea. Esto con motivo del XX Día Internacional de Danza. Simplemente fenomenal. Mi corazón sufrió diversos cambios anímicos mientras las ideas se perdían con el canto de movimientos idílicos. Por un par de horas el espíritu hablo por la raza.
lunes, mayo 02, 2005
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6 comentarios:
Y ahí vamos otra vez con los comentarios borrados, ¿este qué decía?
Chale, la neta yo sí lo leí...
Que mal.
hola, pasando a saludarte, espero que tengas un buen fin de semana y que bueno que te la hayas pasado bien en el evento de danza...te dejo un abrazo
Brindo por la danza!! Gracias por invitarme
"Compagre", ¿le he dicho que es bueno expresando sus sentimientos en la danza? ¿No? Bueno, le dejo este breve y escueto comentario. Cuidese y nos vemos en las aulas.
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