lunes, julio 30, 2007
CUAL PERIODISTA ERRANTE
Los cambios pueden ser bastante duros... pero siempre hay personas que nos ayudan a hacerlos tolerables. Cuando salí del ‘Gran Diario de México’ la incertidumbre por saber cuál sería mi destino me llevó a cuatro redacciones diversas.
Cada una con su peculiar olor a tinta fresca, fue un viaje que llegó a su fin en menos de seis meses. Rostros, historias, anécdotas, sonrisas, problemática, ideales y talacha periodística fueron sus denominadores comunes.
Entre que si me iba o no de mi primera redacción de un diario, la incertidumbre se volvió un gran insomnio exhaustarte. Así pues, a la semana de ser formalmente desempleado me fui a probar a una radiodifusora.
Hice varias pruebas con notas pilotos, las cuales terminaban con el logo de la estación y mi nombre. Fue extraño después de todo. Como si fuera un carma, me llamaron a una segunda prueba la cual consistía en hacer una nota de política. Oh si!!!! (ñaca ñaca) de política. No es que me desagrade la fuente pero siempre la he evitado.
Fue en la sede del PRD. Después de grabar mi nota, pensé si este era el lugar en el que querría estar. Tuve dudas pues no es una fuente con la que me imaginé trabajar de por vida.
Al final, decliné esa invitación, al tiempo en que me llegó una llamada a mi celular: “Te interesaría escribir de deportes en una revista de política???” Se trataba de un buen amigo que conocí en una presentación de un libro de Juan Villoro.
Otra vez la política me seguía, aunque esta vez abría oportunidad de escribir sobre mis pasiones. Esta redacción era silenciosa y casi todo el trabajo se mandaba. Lo mejor de esta revista fue conocer a un tabasqueño tan peculiar que se volvió un buen amigo.
A las tres semanas me llegó la invitación para realizar una entrevista en…. sí… otra inevitable revista de política. Se trataba de un semanario que, según me comentan sus reporteros, sólo está detrás de Proceso como la de mayor venta.
Las experiencias y vivencias en esa redacción merecen varios post. Sus reporteros alivianados, el compromiso con sus escritos y la convivencia, cual si continuaran en la Facultad, formaron parte del nuevo entorno.
Duré tres meses, hasta llegar a mi actual redacción. A las cuatro semanas se integró Gade para mi buena suerte. A veces se añoran las pausas para fumar (o más bien ver a Gade fumar) y las comidas con diversos temas.
En esta última redacción fue grato encontrar una pasión en común: LOS PUMAS y el amor institucional a la Universidad. Pese a estar en estos momentos fuera de esta revista, conservo en mi actual escritorio el reloj que me dieron de navidad.
Una muestra de que los cambios, por muy seguidos que sean, traen varias amistades y vivencias únicas. Hoy tengo siete meses en mi actual periódico y agradezco no estar más como judío errante.
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3 comentarios:
Muy buen lugar para iniciar el largo camino... y mira que casi coincidimos en la mayoría de los lugares...
Y si, efectivamente, se extrañan aquellas pausas para fumar (aunque ya no lo hago más desde hace casi 6 meses).
Saludos Alex, cuidese mucho y ten en cuenta que por acá algunos cuandtos (sólo algunos) conocen de este sitio que ya tenías abandonado.
Yo soy alguna de unos cuantos, según Gade? jajaja
Alex, la verdad me ha entusiasmado mucho tu post! Este año ha estado lleno de cambios muy drásticos en mi vida personal y creo que lo que sigue son cambios en lo profesional, pues aún estoy en busca de algo más, aunque supongo que siempre lo estaré.
El caso es que aunque sean difíciles siempre hay cosas positivas ¿no?, Si la respuesta es no mejor ni me digas jajaja.
Espero estés muy bien y espero algún día coincidamos en estos gajes de la escribida jaja
Un abrazo
Hola Laura y GAde!!!
Qué recuerdos los de nuestra querida revista amigo GAde.
Los cambios laura son siempre para mejorar. Aunque luego nos aferramos a algo, siempre nos espera algo en la esquina.
Un abrazo
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